En una época de crisis como la que estamos viviendo en la actualidad, el flujo migratorio se ha visto más que incrementado, puesto que son muchísimas las personas que tienen que salir de su país para buscarse un futuro mejor. Por eso, son ya muchos los países que ven como un peligro la entrada de trabajadores extranjeros y están empezando a tomar medias al respecto, como ha pasado en Canadá.
Jason Kenney, ministro de Inmigración en el país de la hoja de arce, acaba de anunciar así una serie de medidas para frenar la llega de trabajadores extranjeros al país que sustituyen la mano de obra local, puesto que son más de 300.000 personas, las que llegan cada año a Canadá buscando una oportunidad de trabajo.
Fomentar la contratación de canadienses
Así, Kenney, ha dejado bien claro que las empresas que quieran solicitar mano de obra extranjera, van a tener que pagar para que se considere su solicitud y, por si esto fuera poco, también los trabajadores extranjeros que quieran conseguir un permiso de residencia van a tener que pagar más dinero del actual (que, básicamente, es una tasa de unos 150 dólares). Aunque eso sí, el cambio más importante, se refiere a los sueldos, ya que antes las empresas podían permitirse el pagar a los trabajadores extranjeros un 15% menos del salario, algo que ahora se ha eliminado para fomentar así la contratación de canadienses.
Todo esto, claramente, ha llegado a anunciarse, debido a que hace un par de meses, la economía del país perdiera más de 54.000 puestos de trabajo, algo que hace entrever que la economía canadiense puede encontrarse en situación de crisis.
Los países más afectados
Los países más afectados por estas medidas, son los latinoamericanos, ya que de estos es de donde procedían la mayoría de trabajadores extranjeros que acudían a Canadá en busca de un futuro mejor. Aunque la medida no es nueva, lo cierto ese que ha vuelto a saltar a la actualidad, debido a que los flujos migratorios no dejan de crecer día a día.