“Cuanto más agua consumas, mayor debe ser el precio”, éstas son las palabras que pronunció el presidente de Nestlé, acerca de este bien que debería considerarse un derecho básico para todos los ciudadanos del mundo, pero, como en todo, siempre hay alguien que ve negocio allá donde otros ven necesidades.
Es decir, el ex director general de Nestlé, y ahora presidente del mayor fabricante de productos alimenticios del mundo, ha querido decir que las grandes empresas del planeta deben disponer de toda el agua del mundo y la población no debería disfrutar de ella si no la paga.
Nestlé, asimismo, notificó a finales de octubre el envío de “guerreros de Internet” para defender sus acciones en línea así como la postura de Monsanto, aunque el ex director de Nestlé mantiene que su idea sobre la privatización del agua es muy similar a la de los transgénicos de Monsanto.
Para entender esto un poco mejor, habría que indicar que el gigante Nestlé es una empresa que extrae el agua subterránea para algunos de sus productos y destruye, a su vez, por completo, el suministro en zonas rurales sin compensación alguna para los habitantes, de ahí que tenga tanto interés en privatizar un bien de primera necesidad como es el agua.
Además, también se podría indicar, como se ha ido viendo en los medios de comunicación a lo largo de los años que Nestlé tiene un largo historial de desprecio a la salud pública y al uso del medio ambiente, pese a ganar vendiendo botellas de agua más de 35 millones de dólares.
Así que tras leer esto, sólo queda preguntarse si el agua es un derecho humano o debe ser propiedad de grandes corporaciones. Aunque, claro está, si empezamos con este dilema, quizá, pronto se empiece a pensar que el aire no es propiedad de todos y nos quieran llegar a cobrar por respirar.