Un total de 37 sospechosos fueron arrestados por la policía italiana en un operativo anti-mafia realizado el martes, incluyendo varios políticos y empresarios relacionados con actividades irregulares y delictivas.
Cerca de 100 personas más se encuentran bajo investigación y entre ellas se encuentra el antiguo alcalde de la capital italiana, Gianni Alemanno.
Para el periódico liberal izquierdista “La Repubblica”, los arrestos ponen en evidencia el caos político que reina en la ciudad: “La mafia, el neo-fascismo, las prácticas oscuras en los negocios y la corrupción política son ingredientes de la mezcla tóxica que se está cocinando a fuego lento en el sartén llamado Roma”.
El operativo de la policía italiana embargó propiedades y bienes por un total de 204 millones de euros, entre ellos varios restaurantes, pizzerías, cafeterías y otros locales de la capital, dejando al descubierto la relación de los establecimientos comerciales con las personas involucradas en el escándalo.
“Las investigaciones han expuesto el secreto detrás de la supuesta ingobernabilidad de Roma. En realidad la capital está gobernada extremadamente bien por una banda de criminales que sabe cómo utilizar amenazas, sobornos y amiguismo para conseguir todos los negocios relacionados con las autoridades municipales para su propio beneficio”, explica la públicación.
El elemento fascista como otro ingrediente
Según “La Reppublica”, las investigaciones exponen la clase de personas involucradas en esta mafia: “Es una perversa e inescrupulosa red de crimen organizado y política, intervenida por una amenaza oscura: el componente neo-fascista. Se trata de una amenaza de parte de los círculos cercanos al ex alcalde Gianni Alemanno, el primer alcalde post-fascista de Roma desde la caída del Duce (Benito Mussolini)”.
La Italia fascista vivió un nacionalismo fuertemente identitario con características victimistas o revanchistas, en un periodo de violencia que buscaba acabar con al democracia liberal y el movimiento obrero a través de prácticas intimidatorias.
El caso de la mafia romana ha explotado en las últimas horas provocando reacciones de en los políticos italianos. “Indignación total”, dijo la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, mientras otros políticos tratan de aprovechar el caos actual para echar culpas o deslindarse de responsabilidades.