El pasado lunes, tuvo lugar en la ciudad alemana de Dresde una manifestación, organizada por PEGIDA (Europeos Patrióticos contra la islamización de Occidente) en la que participaron miles de personas.
Dicho movimiento, ha estado protestando, durante algún tiempo contra lo que consideran un proceso de islamización, que se ha fortalecido en las últimas semanas y al que no habría que subestimar, ya que lo que está ocurriendo con los vástagos de las ciudades de Rostock, Düsseldorf y Kassel, entre otros lugares, es una especie difusa de la oposición extraparlamentaria, que es altamente inflamable y que, además, tiene el poder de organizarse rápidamente, por Internet.
Más de 500 policías velaron por la seguridad en la manifestación
Eso sí, las cosas fueron mucho más calmadas que otras veces. Quizá, a esto contribuyó el hecho de que había desplegados unos 500 policías en los lugares por los que discurrió la marcha y, gracias, a este gran despliegue, además, no tuvieron lugar disturbios entre los dos bandos, ya que la policía, logró separarlos a tiempo.
Lo que sí está claro, es que, antes de la manifestación, ya hubo varias personas importantes que dejaron clara su postura ante la misa. Por ejemplo, Hans Müller-Steinhagen, Rector de la Universidad Técnica de Dresde, que, claramente, se posicionó a favor de condenar todas las atrocidades que el Estado Islámico ha cometido a lo largo del tiempo.
La clave de esta marcha: el odio a la actualidad política
También, por otra parte, el primer ministro de Sajonia, Stanislaw Tillich (CDU) solicitó, en vista del aumento del número de refugiados, el apoyo y la compasión por todos los afectados.
Eso sí, por ejemplo, en algunos sitios públicos, como en la Ópera Semper, se pudo divisar una pancarta en la que rezaba “Por una sociedad cosmopolita”, dejando bien claro que no todo el mundo apoya la postura de PEGIDA.
Lo cierto es que, como en cualquier otro conflicto, en este que se plantea a raíz del Estado Islámico, lo cierto es que siempre va a haber dos bandos y que uno siempre saldrá más beneficiado o perjudicado que el otro.
Además, de esto, se puede sacar en clave que detrás de esta marcha, se encuentra un profundo odio a la actualidad política y a los medios de comunicación, y es que, en la actualidad, hay una gran masa de personas que son completamente ajenos a la política, ya que sienten que no pertenecen a un país que acoge refugiados y que tiene temor a los extranjeros.