España, ha sido el mayor poder existente durante una gran parte del Renacimiento y tenía grandes dominios de ultramar. Pero, ahora, las cosas han cambiado, considerablemente, y en la Península Ibérica, las cosas ya no son lo que eran, puesto que, en estos momentos, España, está atravesando una situación económica mala.
Así, que con esta pésima economía que se está viviendo en el país, no es de extrañar la noticia que acaba de salir a la luz, más que una noticia es un dato fidedigno y que viene a demostrar que en unos cuatro años, aproximadamente (desde 2008 hasta 2012), se ha producido un éxodo de unos 700.000 jóvenes españoles, buscando un futuro más prometedor.
Los países latinoamericanos: entre los destinos más escogidos por los españoles para conseguir una mejor vida
Entre los países elegidos para labrarse un mejor futuro, destacan Colombia, Perú y Chile, quizá porque, en estos, la barrera del idioma es casi nula (quizá algunas expresiones sean diferentes) y esto haga que los jóvenes se sientan más como en casa al abandonar sus hogares.
Y es que, las cosas están como están y el panorama pinta muy mal para todos aquellos que han acabado sus estudios universitarios (o superiores) y tienen que salir a enfrentarse al mercado laboral, el cual, ahora, no les puede ofrecer nada, o si acaso lo poco que les puede ofrecer es muy deficiente para los jóvenes.
En Aragón, por ejemplo, sólo el 25% de los jóvenes vuelve a su casa
Lo cierto es que, ahora, los jóvenes tienen las cosas más fáciles que sus abuelos, por ejemplo, que solían abandonar su tierra en un barco con la esperanza de no tener que volver jamás. El viaje, era eterno y casi nunca se vislumbraba la posibilidad de volver.
Pero, ahora, las cosas son muy diferentes ya que, gracias al avión se puede estar en cualquier lugar del mundo en un viaje menos largo y esto hace que sea más fácil el que la gente no tenga dificultad en trasladarse, ya que son muchas las oportunidades que se pueden encontrar en el extranjero, y si no que se lo pregunten a los jóvenes aragoneses, por ejemplo, de los que sólo vuelven uno de cada cuatro que se van.