Tres años después de haber fallecido, Steve Jobs sigue siendo protagonista de la industria tecnológica y se convirtió en un testigo póstumo para un proceso judicial anti-monopolio que se lleva a cabo en California.
Más allá del elemento novedoso utilizado en la corte, el testimonio de Jobs, legendario CEO de Apple, puede llegar a ser determinante para la decisión del juzgado sobre las condiciones monopólicas de la industria.
Los abogados utilizaron un video grabado por Stebe Jobs seis meses antes de su muerte, en el que asegura que hace unos años se tomaron decisiones para “salvaguardar” la integridad del proyecto, como protección ante posibles ataques para descubrir información trascendente.
“Nos tomamos muchas molestas para asegurarnos que la gente no pudiera hackear nuestro sistema de manejo de derechos digitales. De lo contrario hubiéramos recibido correos electrónicos en tono grotesco de parte de las discográficas y nos hubieran quitado las licencias”, aseguró.
Además, Jobs acepta en el video revelado en la corte que el iPod fue producido entre 2006 y 2009 para ser utilizado solamente con iTunes y no con otros competidores de forma intencional, defendiendo esta determinación por intereses de la compañía.
Apple queda contra la pared
El proceso judicial no pinta demasiado bien para Apple, ya que se han descubierto conversaciones que descartan la teoría de una decisión en conjunto con las discográficas, con una tendencia de todos los involucrados a apuntar que la empresa no quiso hacer su dispositivo compatible con otros servicios por un tema comercial.
A pesar de las declaraciones de Steve Jobs en el video grabado antes de su fallecimiento, el caso podría terminar con una resolución en contra de Apple ya que un documento obtenido de un empleado de la compañía asegura que las discográficas solicitaban que el iPod trabajara también con otros programas y no de manera exclusiva con iTunes.
De determinar que Apple evitó el crecimiento de la industria por sus propios intereses y a pesar de la petición de las discográficas, el juzgado podría imponer una multa sin precedentes por concepto de daños y perjuicios. El monto al que podría llegarse en el juicio que continuará la próxima semana es de 1.000 millones de dólares.