Alemania, es el país de la Unión Europea que más inmigrantes está recibiendo en el último año (más incluso que Reino Unido) y uno de los partidos de la coalición gubernamental quiere impulsar la medida de obligar a todos los extranjeros que se encuentren en el país, a hablar alemán en público y en casa, una propuesta que, sin duda, ha causado un gran revuelo en el país.
El partido en concreto que quiere impulsar esta medida es la Unión Social Cristiana (CSU), compañero en la coalición del partido de Angela Merkel y que, el lunes, debe aprobar una propuesta de comunicación política, desde la que se requerirá, pues, incitar a los inmigrantes a que dejen de usar sus lenguas maternas.
Se ofrecerá a los inmigrantes, cursos de formación en alemán
En el documento, por ejemplo, se pueden leer palabras como “Las personas que quieran permanecer aquí de forma permanente deben estar obligados a hablar alemán en público y en familia” y es que el CSU sostiene que “la interacción social sólo funciona cuando todos hablan el mismo idioma”.
Así que, para hacerle la tarea más fácil a los inmigrantes, se les ofrecerán, a todos los que lleguen al país, un curso de formación en idiomas, para que así puedan integrarse, a la perfección, en el nuevo país.
Son muchos los que están a favor de la propuesta, como, por ejemplo, Wolfgang Bosbach, miembro del partido conservador de Merkel, CDU, ya que considera que el habla alemana es crucial para el proceso de integración de los inmigrantes. También, está de acuerdo con la medida, Bayerische Rundfunk Bosbach, ya que dijo que “los conocimientos lingüísticos son de suma importancia para las buenas oportunidades de integración”.
También hay detractores de esta medida
Pero, como es lógico, también hay detractores de esta medida, como, por ejemplo, el secretario general de la CDU, Peter Tauber, que se expresó de la siguiente manera: “No es asunto de los políticos si yo hablo latín o cualquiera otra lengua en mi casa”. También, Yasmin Fahimi, por parte de los socialdemócratas calificó la propuesta de “totalmente absurda”.
Y es que lo más absurdo de la cuestión, puede llegar a ser el cómo van a controlar qué idioma habla cada uno en su casa, ya que está claro que para que la norma se cumpla en el hogar, habría que hacer una vigilancia invasiva en los hogares de los inmigrantes y esto traería más de un problema.