Una investigación periodística generó un extenso informe sobre prácticas fraudulentas y evasión de impuestos de compañías de renombre internacional, que ha puesto al Gobierno de Luxemburgo contra la pared y a la espera de conocer cuáles serán las acciones judiciales a seguir para esclarecer los dudosos movimientos.
Lo que era un secreto a voces ha empezado a confirmarse gracias a un informe de más de 28.000 páginas del Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ), poniendo sobre la mesa una gran cantidad de irregularidades en el pago de impuestos a lo largo de los últimos años.
Disney y Microsoft con su empresa Skype, junto con otras compañías de prestigio internacional como el conglomerado estadounidense Koch Industries, la gigante italiana de telecomunicaciones Telecom Italia y la fabcirante canadiense de trenes y aviones Bombardier, son los protagonistas principales de un escándalo que crece con el paso de las horas.
La información detalla cómo las empresas lograron acuerdos secretos con las autoridades gubernamentales de Luxemburgo para evitar el pago de millones de dólares en impuestos, gracias a las políticas internas y poco claras de las instituciones para realizar “maniobras” que favorecieran a las grandes compañías.
Entre los detalles dados a conocer públicamente, Skype (Microsoft) logró evadir impuestos durante cinco años al no reportar movimientos, mientras Walt Disney Company y Koch Industries alcanzaron complejos acuerdos para distribuir millones de dólares de ganancias de 2009 a 2013, pagando un mínimo de cargas impositivas.
Un hombre clave en el escándalo
El nombre de Jean-Claude Juncker es otro de los focos más importantes de “LuxLeaks”, ya que fue el Primer Ministro de Luxemburgo durante 19 años y actualmente es presidente de la Comisión Europea, lo que lleva a una investigación aún más minuciosa sobre su involucramiento en las operaciones.
“El escándalo LuzLeaks es un ejemplo del tipo de acuerdos corruptos que hacen las grandes compañías con algunos países al pensar que nadie está observando”, señala en una carta abierta el ICIJ, que también ha dado a conocer situaciones turbias con empresas como Pepsi, Apple, Ikea y Heinz.
Aunque Juncker aseguró que no tiene nada que decir en este punto del debate, la presión política y social hace que las autoridades luxemburguesas deban prestarle atención al escándalo y se esperan determinaciones importantes para las próximas semanas.