La hidroterapia se desarrolló en 1920 como un tratamiento médico para curar una larga lista de enfermedades. A medida que avanzó el siglo 20, su popularidad declinó al depender más de los fármacos, sin embargo nunca se dejó de usar por estas razones:
1. Fortalecen la inmunidad. Previenen los catarros, la gripe y las infecciones. Aumentan el índice del metabolismo, activan el sistema inmunológico y liberan células blancas, por lo que es razonable asumir que incluso pueden prevenir ciertos tipos de cáncer.
2. Mejoran la circulación de la sangre, fundamental para la salud cardiovascular. Al contacto con agua fría, nuestras arterias y venas se contraen, y la sangre circula rápidamente a los órganos vitales. Una buena circulación previene problemas como la hipertensión, el endurecimiento de las arterias y la aparición de venas varicosas.
3. Regulan la temperatura. El agua fría causa un poco de estrés al cuerpo que puede activar los sistemas de reparación del cuerpo. Si padeces de manos y pies fríos o manos sudorosas, prueba una ducha fría.
4. Aumentan el metabolismo y estimulan la pérdida de peso. La exposición al frío estimula en forma natural la producción de grasas pardas, que queman energía y aumentan el metabolismo, lo que estimula la pérdida de peso y el crecimiento y reparación de músculos.
5. Alivian la depresión. El agua fría tiene un efecto estimulante en el punto azul del cerebro, la fuente principal de noradrenalina de nuestros cuerpos, una sustancia química que se puede usar para combatir la depresión.
6. Estimulan el sistema linfático, responsable por transportar los residuos de las células fuera del cuerpo y combatir las enfermedades, mediante la contracción de músculos causada por las duchas frías.
7. Mejoran la respiración. Después de una ducha fría inhalarás muy profundo. Como este proceso abre los pulmones, se absorbe más oxígeno, lo que alivia el cansancio y ayuda a un mejor rendimiento en los deportes.
8. Conservan la piel más saludable y el pelo más brilloso al cerrar las cutículas y los poros, evitando que se obstruyan, reduciendo las manchas y el acné. También ayuda a eliminar las toxinas de la piel y a reducir la caída del cabello.
9. Aumenta la energía y el bienestar. Una ducha fría te hace sentir vigorizado y lleno de energía, y te ayuda a sacudir el letargo del sueño y reducir el estrés.
10. Aumenta la producción de hormonas y la actividad, incluyendo el sistema reproductivo para aquéllos que están tratando de concebir un hijo. Además regulan el sistema endocrino, incluyendo las glándulas suprarrenales y la tiroides. (via Wakeup-world.com)