Seis talibanes armados infiltraron la escuela de Peshawar en el noroeste Pakistán el martes 16 de diciembre y mataron a unos 126 personas, la mayoría niños. Aunque es el ataque más sangriento durante los últimos años, el talibán ha atacado a cientos de escuelas para ninos y ninas en este país, con más de cuatro ataques por semana en promedio, segun cifras de la Global Coalition to Protect Education from Attack (GCPEA).
El resultado de estos ataques es cientos de miles de niños que no pueden ir a la escuela. Este ataque fue a una escuela dedicada a hijos de militares. Mohammed Umar Khorasani, portavoz del talibán, dijo que “seleccionamos esta escuela porque el gobierno está fijando como objetivo a nuestras familias y mujeres.”
Este año, el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a Malala Yousafzai, la joven activista que sobrevivió un ataque contra su vida por parte del talibán. Un experto en militantes islámicos dijo que la venganza contra la joven es otro de sus motivos para atacar la escuela, ya que le quieren mandar un mensaje a aquellos que la apoyan.