Los últimos acontecimientos en Sydney han despertado más preguntas sobre la preparación de los cuerpos de policía para identificar a un terrorista que pueda representar potenciales amenazas, ya que las técnicas actuales parecen estar fallando por diversos motivos.
Man Haron Monis, el secuestrador de la cafetería de Sydney, no entra en ningún estereotipo. Aunque se pueda pensar que un terrorista islámico es una persona exageradamente religiosa, muchas veces no es lo más preciso. Según los expertos, el proceso de un simpatizante yihadista para convertirse en un terrorista es pasar de la angustia personal a ser un radical y luego entrar en una conducta violenta.
Según explica Bloomberg View, muchas de las acciones de las agencias de seguridad no están funcionando. Censurar los sitios web de extremistas islámicos y bloquear los videos de Youtube amenazantes por lo general generan más complicaciones que soluciones, mientras infiltrados en las mezquitas locales conocidas por su postura férrea y los grupos terroristas no garantizan buena información.
Lo cierto es que cada caso es diferentes y por lo general no es fácil encontrar denominadores comunes entre los terroristas, al menos a simple vista.
Algunos factores que pueden generar una sospecha legítima -sobre todo si se presenta más de uno de ellos- son los siguientes:
- Inestabilidad mental
- Mensajes violentos o amenazas en redes sociales
- Antecedenes penales de conducta violenta
- Tenencia o búsqueda de materiales explosivos o armas
El entrenamiento de la policía local es clave
Las agencias anti-terrorismo y los cuerpos de policía especializados no pueden tener todo bajo control, por lo que la policía local se vuelve cada vez más determinante en caso de detectar movimientos irregulares y monitorear sospechosos de actividades terroristas, siguiendo los patrones anteriores con buen criterio.
Por lo tanto, el entrenamiento de los policías es fundamental, al igual que la colaboración entre las autoridades y las diferentes instituciones para canalizar la información de forma apropiada.
Igualmente, los gobiernos necesitan establecer mejores relaciones con la comunidad islámica para establecer alianzas y puertos de comunicación que ayuden a prevenir dificultades, ya que de lo contrario habrá más situaciones que lamentar, especialmente porque hoy en día los ataques terroristas pueden darse en cualquier país sin importar lo bien que se crea estar trabajando en prevención, como sucedió en Australia.