La temporada invernal vive una extraña situación en Francia y las altas temperaturas han complicado a las estaciones de esquí, ya que actualmente sólo 40 de los más de 200 campamentos han logrado abrir sus puertas para recibir a los turistas.
Las estaciones de esquí en Francia se prepararon una vez más para albergar a miles de esquiadores con las diferentes actividades y comodidades que pueden buscarse según el presupuesto y la localidad, pero el gran inconveniente es que la nieve no ha aparecido como se esperaba y muchos lugares ni siquiera han podido ofrecer sus servicios.
“Por supuesto que preocupa. Si las temperaturas bajaran unos cinco grados centígrados sería excelente. No es un buen inicio, pero la temporada de esquí es muy larga. El año pasado la nieve también llegó tarde”, señaló el presidente del grupo Montañas Francesa, Michael Giraudy.
Francia, al igual que Suiza y Austria, han experimentado temperaturas demasiado altas para la época del año y eso ha complicado el panorama turístico de muchas regiones que esperaban nieve para abrir sus puertas a turistas ávidos de actividades invernales en comunión con la naturaleza.
“No sabemos qué traerá el cielo”, dice Giraudy, a la espera de que el clima cambie para recuperar el terreno perdido en estas semanas, con estaciones de esquí completamente cerradas con empleados que no han podido recibir sueldos y estructuras comerciales que no han generado ganancias.
Sólo los hoteles están tranquilos
Las altas temperaturas han presentado dificultades para las estaciones de esquí, ya que muchos turistas se han quedado sin disfrutar las vacaciones planificadas con actividades invernales y deportes que no pueden llevarse a cabo ante la falta de nieve.
Sin embargo, los hoteles no han tenido mayores complicaciones, ya que ofrecen otro tipo de servicios y el número de reservaciones en las zonas de los Pirineos, los Alpes y el Tirol, han experimentado un aumento considerable con respecto al año pasado.
Mientras los especialistas confirmaron que el 2014 ha sido el año más caluroso del país desde 1900, la industria de los deportes invernales espera una baja de temperatura para los próximos días, con tal de pasar la Navidad con las estaciones de esquí abiertas y el flujo de dinero en marcha, después de lo que se considera el invierno más triste de Francia en mucho tiempo.