Rusia supera a Estados Unidos en la producción de aviones de combate a nivel mundial, con una gran cantidad de modelos que fueron ensamblados y puestos al servicio de la Fuerza Aérea rusa en el último año, toda una señal del poderío y la postura desafiante del país en la actualidad.
La United Aircraft Corporation es la encargada de producir las aeronaves para las autoridades rusas, con una enorme cantidad de pedidos completados en los últimos meses para superar lo hecho por sus pares estadounidense en cuanto a los nuevos aviones de combate que se sumaron a la flota.
Vladislav Goncharenko fue el vocero que dio a conocer la información sobre los programas de aviación de Rusia, que se basa en los aviones de combate como uno de los puntos más importantes, tanto en la fabricación de nuevos como en el mantenimiento y la actualización de otras unidades.
Las fuentes rusas aseguran que un total de 95 aviones de combate fueron creados, ensamblados y entregados por UAC, un conglomerado de diferentes fabricantes que trabaja para el Gobierno central.
Los expertos internacionales afirman que a pesar de ser superados en número, la tecnología estadounidense está por encima de la calidad de fabricación de los rusos y los chinos, pero la realidad es que los aviones de combate están disponibles en gran número para el Gobierno de Vladimir Putin gracias a un trabajo extenso en 2014.
Mejoran la tecnología y el equipamiento
Un aspecto trascendental para la nueva flota de aviones de combate de Rusia es el paso adelante en la tecnología. Un reporte de The Aviationist da a conocer el nuevo modelo que fabrican los ingenieros rusos, que según los planes oficiales entrarán en servicio recién en 2016 para la Fuerza Aérea rusa.
Actualmente la producción se encuentra enfocada en los aviones de quinta generación, pero los ingenieros más avanzados están estudiando las aeronaves de sexta generación que podría formar parte de la amplia “familia” de armas aéreas para el 2020.
Rusia se encuentra en una importante crisis económica y ha tomado una postura desafiante en la comunidad internacional, con problemas directos con Suecia y la Unión Europea por movimientos sospechosos en su espacio aéreo, por lo que su arsenal despierta interés y preocupación a partes iguales en sus potenciales enemigos.