La multinacional Coca-Cola anunció la apertura de una fábrica y embotelladora en la franja de Gaza, que abrirá sus puertas antes de 2018, en medio de los problemas y los escombros por el conflicto internacional.
Dos empresarios palestinos hicieron los movimientos necesarios para alcanzar un acuerdo para que Coca-Cola tenga presencia en la franja de Gaza y esta semana llegaron al lugar un total de nueve camiones con un cargamento que llevaba los materiales requeridos para la construcción de la planta.
Los materiales pasaron por Kerem Shalom, un puesto fronterizo controlado por los israelíes, procedentes desde Jordania con todos los documentos necesarios para no tener problemas para llegar a territorio palestino y ponerse a disposición de la constructora que terminará el proyecto en un periodo de tres años. Es decir, la planta abrirá sus puertas a más tardar a inicios de 2018, aunque el objetivo es que esté en funcionamiento en una fecha anterior.
“El único enemigo del extremismo son los buenos empleos“, dijo el empresario estadounidense-palestino Zahi Churi, uno de los impulsores de la presencia de Coca-Cola en Gaza, dejando en claro su postura y su motivación para hacer los trámites necesarios y hacer los arreglos requeridos para la iniciativa.
Una inversión de 20 millones de dólares
La nueva planta de Coca-Cola se construirá sobre los escombros de una estructura similar que la compañía tuvo en la década de los ’90 y tiene la aprobación del Coordinador de las Actividades del Gobierno, dependiente del Ministro de Defensa.
120 peones se encargarán de completar la construcción de la nueva fábrica de Coca-Cola en la franja de Gaza y se espera que la presencia de esta nueva empresa, además de romper el monopolio que tiene Pepsi en la región, genere muchos puestos de trabajo para los ciudadanos que se ven complicados por un desempleo de más de 45%.
Las autoridades de Gaza estiman que más de 400 empresas han sufrido daños y más de 100 fueron destruidas por completo por el conflicto entre Palestina e Israel, por lo que la apuesta de Coca-Cola por impulsar la economía local llega en un momento histórico complicado y manda un mensaje de esperanza a los pobladores.