Sin duda quería escandalizar a la Curia Romana y lo logró. Cuando los “empleados” de más alto rango de la Santa Sede esperaban recibir un amoroso y conciliador saludo navideño, el 22 de diciembre pasado, el Papa Francisco les hizo saber cuáles eran sus 15 pecados capitales y les pidió que usaran el tiempo de adviento y navidad para arrepentirse y expiar sus pecados.
El Pontífice “acusó a los Cardenales, Obispos y Sacerdotes que trabajan para él, de usar sus carreras en el Vaticano para concentrar poder y riquezas y de vivir como hipócritas una doble vida”, según la agencia de noticias AP. Luego les advirtió que el “terrorismo de los chismes” puede “matar la reputación de colegas y hermanos a sangre fría”
El Papa Francisco enumeró las enfermedades de la Curia una a una, en un mensaje que mantuvo al auditorio perplejo. La primera dolencia fue la de “sentirse inmortal, inmune o incluso indispensable”. “Es la enfermedad de quienes se sienten superiores a todos y no al servicio de todos”, dijo el Pontífice. Luego continuó, con el exhibicionismo, y explicó, según El Mundo, que “la enfermedad de las personas que tratan infatigablemente de multiplicar poderes, y por ello, son capaces de calumniar, difamar y desacreditar a los demás. Naturalmente para exhibirse y demostrar que son más capaces que los demás”.
Siguiendo con el discurso, criticó también el el “alzheimer espiritual”, que sufren aquellos que “han perdido la memoria de su encuentro con el Señor”, y también señaló entre las enfermedades de la Curia el tener un “corazón de piedra” que afecta la compasión, “alabar a los superiores para beneficio personal”, tener “cara fúnebre” y ser demasiado “rígido, duro y arrogante”. Además tampoco se mostró de acuerdo con “trabajar demasiado duro” y planear todo con mucho detalle porque eso impide sorprenderse con la “frescura, fantasía y novedad del Espíritu Santo”.
“Nunca se había oído a un Pontífice dirigirse de manera tan potente y violenta a la Curia”, dijeron observadores del Vaticano consultados por AP. “Este es un discurso sin precedentes históricos” dijo a la agencia de noticias el historiador y colaborador del Corriere de la Sera, Alberto Melloni y concluyó: “si el papa usa este tono es porque él sabe que es necesario”.
Acompañado de sus 9 hombres más cercanos, el Papa hizo alusión a las reformas que espera llevar a cabo en la estructura del Vaticano para reducir el nivel de burocracia que en este momento hacen a todo el sistema ineficiente. Este discurso se entendió como una antesala a esa reforma que se espera sea muy profunda. El Pontífice destacó que para ello todavía falta un tiempo, pero llamó a comenzar la “reforma espiritual” de las personas involucradas y les recordó a los asistentes que se esperaba que fueran “hombre alegres de Dios”.
La Iglesia Católica estaría además en medio de una reforma financiera que incluiría nuevas medidas contables y presupuesto a congregaciones independientes.
Otra de las enfermedades tratadas por el Papa Francisco, fue la de la “cercanía”, pero esta se entendió como un mensaje más extensivo a todos los sacerdotes en una referencia directa a los casos de pederastia. “Esta enfermedad comienza con buenas intenciones pero con el paso del tiempo esclaviza a nuestros miembros, convirtiéndose en un cáncer que amenaza la armonía del cuerpo y causa maldad y escándalo, especialmente contra nuestros pequeños hermanos y hermanas”, dijo el Papa según consignó la CNNEspañol.
Además, la cadena de noticias recordó una entrevista al analista del Vaticano, Marco Politi, quien aseguró que este Papa ha encontrado una oposición cada vez mayor en el ala conservadora de la Iglesia. “Hay un grupo de obispos, sacerdotes y cardenales que estaban trabajando contra él”, aseguró.