Aunque algunos ejecutivos entienden la importancia de pedir perdón, la mayoría no sabe como disculparse, escribe Maayan Manela en World Crunch.
Las empresas cometen errores todos los días. Algunos errores son pequeños y no valen la pena, mientras que otros son graves. El president the Uber Travis Kalanick nunca se disculpó por las palabras de Emil Michel, el vicepresidente, cuando este dijo que deberían gastar un millón de dolares en sacar los trapos sucios de los periodistas, solo dijo que sus palabras no reflejan la posicion de la empresa. El presidente de BP se disculpó por los problemas que el derrame del petróleo habia causado, pero dijo “me gustaría tener mi vida de regreso”.
¿Por qué no pudieron decir un simple lo siento?
Puede ser porque los ejecutivos piensan que una disculpa se puede ver como una debilidad y no quieren ser poco consistentes. Cometer un error, y luego disculparse por el, puede ser visto como poca consistencia en la empresa.
Admitir un error conlleva consigo el problema de la incertidumbre. Mientras algunos clientes lo aceptarán, la reacción de todos no será tan favorable.
Una disculpa puede ser necesaria dependiendo de la empresa y puede empezar un cambio importante en su cultura y en cómo la percibe el público.