Para intentar calmar los ánimos de Arabia Saudí, el consorcio español del AVE a La Meca, ha acordado nombrar un nuevo consejero delegado para acelerar así el avance del proyecto, y es que Arabia Saudí ha cargado contra las empresas españolas por los retrasos acumulados en la obra. El consorcio acumulaba ya varios meses sin un ejecutivo responsable de los trabajos.
Riad, ha sido el propuesto, por una cuestión de “cortesía” y “diplomacia” entre ambas partes y será ratificado en los próximos días. Todo ello, viene envuelto en un clima de tensión compuesto por las amenazas del ministro de Transporte saudí y el enfrentamiento interno entre algunos socios por el estado de los trabajos.
Las empresas están cumpliendo
Con dicho encuentro, se han serenado los ánimos y refrendar que las empresas que están cumpliendo el contrato, dentro de los plazos establecidos e incluso acortando estos, según se ha podido saber, gracias a un comunicado que se ha difundido.
Además, el consorcio pone a disposición del cliente la Saudi Railway Organization, para “atender sus demandas” en relación a la petición de elaborar un plan adicional para así acelerar la marcha de los trabajos y culminarlos “lo antes posible”.
En el comunicado, por otra parte, no se hace referencia a la dotación de más recursos para acortar el plazo de entrega de los trabajos, y esto es algo que ya propuso Josep Piqué, consejero delegado de OHL, y, por estas palabras, recibió una reprimenda de Copasa, otro de los socios presentes en el proyecto, que le recriminó que era la parte encargada a esta constructora la que acumulaba un retraso importante.
Adjudicación a un grupo chino-saudí
Eso sí, parece que, por otra parte, hay fuentes que vinculan el retraso de la obra a la adjudicación a un grupo de empresas chino-saudí de la construcción de la plataforma. Así, las empresas responden a la amenaza del ministro de Transporte saudí, Abdullah al-Muqbel, de retirar la adjudicación al consorcio español si no se aceleraban los ritmos de trabajo en los próximos meses.
Por su parte, el consorcio español (que está integrado por las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco) ha manifestado que “la solvencia y capacidad de las empresas que lo componen están fuera de toda duda, algo que se manifiesta y reitera en el día a día de la ejecución de los trabajos, alcanzando récords en su avance”.