El Reino Unido ha anunciado que las cifras de ventas de drogas y medicinas ilegales se han disparado y apuntan a las aplicaciones de smartphones y a las redes sociales como grandes responsables, gracias a las facilidades de contacto y el riesgo mĂnimo de las transacciones.
En un informe de The Guardian, el ente regulador de las medicinas británicas asegura que uno de los aspectos más llamativos a nivel estadĂstica es la proliferaciĂłn del mercado negro para las pastillas contra la disfunciĂłn erĂ©ctil.
Otro sector que ha visto incrementada su participaciĂłn en la venta ilegal de drogas son las pastillas para adelgazar, por lo que ya no se trata de sustancias prohibidas per se sino de medicamentos que requieren prescripciĂłn pero que el pĂşblico busca por debajo de la ley para evitar papeleo o asesoramiento.
Alastair Jeffrey, de la agencia reguladora de medicinas en el Reino Unido, señala que es una situaciĂłn preocupante: “Lo estamos analizando con mucha seriedad. Es un mercado totalmente abierto para estas personas”.
Las compañĂas de registro de dominios web, sitios como Youtube, Amazon o Google y las empresas de tarjetas de crĂ©dito son recursos importantes para las investigaciones correspondientes junto con la secciĂłn especializada de la Interpol, con tal de frenar y controlar esta actividad.
Auge en redes sociales y apps
La venta de drogas se ha disparado nuevamente en territorio británico y las autoridades aseguran que en gran parte se debe al desarrollo de nuevas tecnologĂas, con bandas organizadas que ofrecen, cobran y completan transacciones por contactos en redes sociales y aplicaciones de telĂ©fonos inteligentes.
“Los smartphones permiten que más gente tenga acceso a Internet y hay mucha accesibilidad. Junto con las redes sociales, hacen una gran diferencia en cĂłmo los criminales llegan a los clientes”, explicĂł Jeffrey, apuntando a la dificultad de encontrar pruebas y datos directos de la forma de operar de las bandas.
Por cada libra esterlina invertida, los criminales pueden llegar a ganar entre 150 y 300 en su venta ilegal, por lo que el interés de muchas bandas organizadas ha pasado a este sector por explorar, con clientes ávidos de encontrar productos a mejor precio sin tener que pasar por procesos de selección y prescripción o pagar por consejo médico.