El caso de los ataques cibernéticos a Sony Pictures ha dado un nuevo giro, ya que la investigación del FBI asegura que Corea del Norte se mantiene como el principal sospechoso pero que habría utilizado a un grupo de hackers subcontratados para realizar las operaciones.
El FBI afirma que Corea del Norte sigue siendo el apuntado como responsable del hackeo a Sony, pero ha modificado su teoría para señalar que el régimen totalitario asiático contactó a expertos internacionales para llevar a cabo las distintas tareas.
Según la agencia federal estadounidense, Corea del Norte tenía en mente un ataque cibernético contra Sony debido al “peligro inminente” de la película The Interview, cuyo estreno fue pausado pero finalmente salió al público tras superar las dudas sobre las amenazas terroristas que llegaron a la empresa productora y los administradores de los cines.
En The Interview, la CIA planea el asesinato del líder del régimen norcoreano, a lo que el país asiático respondió como una burla y un acto de guerra, afirmando que tomaría cartas en el asunto para evitar el lanzamiento de la película en Estados Unidos y el resto del mundo.
Desde que el ataque cibernético empezó en noviembre pasado, Corea del Norte ha negado que esté involucrado, aunque su postura en torno a The Interview lo mantiene como principal sospechoso. El FBI asegura que el régimen de Kim Jong Un no tiene la capacidad de perpetar esos hackeos, por lo que seguramente tuvo que subcontratar expertos tecnológicos del extranjero y esa será una de las claves para obtener buenos resultados en la investigación.
Muchas dudas con intereses internacionales
Corea del Norte sigue negando su participación en los hechos y China también se encuentra investigando por su cuenta lo ocurrido con Sony y las amenazas que llegaron posteriormente para evitar el estreno de la película en Nueva York, para aclarar la situación de una vez por todas.
Sin embargo, el FBI tiene claro su mensaje: “El FBI ha llegado a la conclusión de que el Gobierno de Corea del Norte es responsable por el hurto y destrucción de información de la red de Sony Pictures Entertainment. No hay información creíble que indique que otra persona es responsable por este ciber incidente“.