El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dio uno de los discursos más profundos y prometedores de su gestión para comenzar el 2015, en un intento de dar esperanza a un país devastado por la corrupción y los problemas sociales.
Después de un perfil financiero que puso a México en las portadas del mundo gracias a sus medidas para impulsar a la industria en la primera parte de su mandato, Peña Nieto se encontró con la realidad de un país consumido por la corrupción, la desigualdad y la falta de servicios básicos para un gran porcentaje de su población.
En su discurso, Peña Nieto aceptó las dificultades que afronta el país como un todo, sorprendiendo en su reflexión y autocrítica:
El 2014 también fue un año muy difícil para México. La violencia del crimen organizado nuevamente golpeó al país. Sentimos dolor, indignación y coraje. Se hizo presente una legítima demanda de justicia. También hubo cuestiones y exigencias de mayor transparencia. México no puede seguir igual. El país debe seguir cambiando para bien.
Con un tono esperanzador y motivante, Peña Nieto quiso llegar a la sociedad con palabras de aliento e ilusión por un futuro mejor, incluyendo a varios sectores de la sociedad en programas y ayudas para mejorar su realidad y en conjunto también con la economía nacional:
México se la va a jugar con sus jóvenes, con sus ideas y sus proyectos. Este mes lanzaremos un paquete de medidas fiscales y de financiamiento para impulsar el desarrollo de vivienda, lo que también ayudará al desarrollo de la economía en su conjunto. Y finalmente, a partir del primer día de este año, las actividades agropecuarias de Chiapas, Guerrero y Oaxaca ya cuentan con un trato fiscal preferencial”, destacó el presidente, y añadió que también se crearán tres zonas económicas especiales para alentar la actividad económica y generar empleos en el sur del país.
Como primera misión del nuevo año, Peña Nieto ha comenzado una visita a Estados Unidos para dialogar con su homólogo Barack Obama y otras autoridades, con tal de continuar con un plan para buscar mejoras en temas complicados pero importantes para la relación entre ambos países: inmigración, seguridad y economía.