Para los pobres estadounidenses, perder su licencia es un gran problema. La mayoría necesita un automóvil para llegar e ir al trabajo y para hacer los mandados diarios. Joseph Shapiro de NPR escribe un artículo sobre cómo el sistema de tráfico afecta a los pobres.
Si una persona no paga una multa por algo pequeño, puede perder su licencia por hasta dos años. En cambio, la primera vez que alguien se encuentra ebrio en el automóvil, solo puede perder su licencia por 9 meses.
Esto está creando consecuencias económicas insostenibles para los pobres.
Estas multas incluyen los gastos del juzgado que pueden ser miles de dólares por persona. Los pobres, en general, siguen usando su automóvil y les siguen dando multas, lo cual empieza una cadena de problemas legales y económicos difícil romper.
En muchos casos, los pobres no pueden acceder a trabajos, ya que estos generalmente no se encuentran entre la ciudad y los buses no salen a los suburbios.