El año no comienza bien para Ucrania. Con disputas armadas en el este del territorio, otro problema gigante que está en el horizonte es financiero. El primer-ministro, Arseniy Yatsenyuk, ha pedido ayuda internacional para que su economía pueda respirar un poco.
Y Europa ha oído al antiguo miembro de la Unión Soviética. En este jueves, la Unión Europea ofreció un préstamo de 1.8 mil millones de euros. Es la tercera vez que eso ocurre en los últimos dos años y tiene como condición que Ucrania haga reformas en su sistema económico.
No se sabe si este será el último préstamo necesario. La inflación en el país llega a 25% y la moneda oficial, la grivna, ha perdido casi la mitad de su valor solo en 2014. Como The Economist ha destacado, con esa desvalorización, importar bienes de consumo se ha vuelto mucho más caro. Un problema importante para este año que el gobierno tendrá que enfrentar es el descenso de las reservas de moneda extranjera. Hasta poco tiempo atrás se tenia 20 mil millones de dolares en caja. Ahora son apenas 9 mil millones, debido a las tentativas de valorizar la grivna. Y como se puede ver en el gráfico, esos 9 se pueden evaporar con los pagos de la deuda y la necesidad de comprar gas natural de Rusia.
Otro problema grave del país es la corrupción. El periódico alemán Handesblatt argumenta que Europa y Alemania, especialmente, tienen que tener paciencia con Ucrania, porque las reformas no se harán apenas con voluntad, y si con mucha negociación. Y en el otro lado de la mesa están políticos y oligarcas que quieren la conservación del status quo y la burocracia estatal.
Según previsiones, seria necesario una inyección de 20 mil millones de dolares en la economía ucraniana para el risco de default ser apartado. Entonces, la billetera de los países europeos debe estar preparada para la ayuda financiera continuar fluyendo. Gastos militares, pagos de la deuda y las facturas de gas natural deben ser una verdadera pesadilla para Ucrania en 2015.