El Secretario de Defensa anunció que el ejército estadounidense cerrará al menos 15 bases militares en Europa y enfocará sus esfuerzos en nuevos despliegues en Asia, de acuerdo a los planes y el reordenamiento de la política internacional diagramada desde la Casa Blanca.
Un total de 15 bases militares en el Reino Unido, Italia, Holanda y Alemania cerrarán sus puertas, lo que significará un ahorro de 500 millones de dólares anuales que podrán ser invertidos en otras vertientes, especialmente en territorio asiático como el orden prioritario para los próximos años.
“Sabemos que esto reducirá nuestra presencia en estas nacionales en ciertos lugares. Valoro tremendamente el apoyo que nos han dado durante décadas“, comentó Chuck Hagel, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, al confirmar la decisión.
De todas maneras, el cierre de las 15 bases militares no significa que el ejército estadounidense se retirará de manera definitiva de los países claves en el panorama europeo, ya que muchos soldados se quedarán allí para diferentes acciones pero no estarán concentrados en un complejo auspiciado y controlado por la Casa Blanca.
La mayoría de estas bases militares fueron abiertas y desarrolladas durante la Guerra Fría, ya que el ejército estadounidense creía que Europa era el muro de contención para cualquier movimiento de Rusia y sus aliados. Lo interesante del caso es que la postura de cerrar las bases llega cuando la relación entre estadounidenses y rusos ha vuelto a complicarse en el escenario internacional.
La mira puesta en Asia
El ejército estadounidense enfoca sus esfuerzos en intensificar su presencia en territorio asiático, donde los conflictos internacionales recrudecen con el paso de los años, especialmente con la guerra declarada por el Estado Islámico contra el mundo occidental y otros focos de violencia como Corea del Norte.
Pese a las tensiones que aumentaron con respecto a Rusia y la posición desafiante de Vladimir Putin, la preocupación de la Casa Blanca se centra en Asia, con implicaciones internacionales para el país y sus aliados.
El cierre de las bases militares en Europa significará un ahorro para el Gobierno de Barack Obama pero también ejecutará la pérdida de muchos empleos (sobre todo con industrias ligadas a los servicios en distintos países), así como también la reubicación de muchos soldados que abandonarán el Viejo Continente.