Las personas que leen ficción a menudo tienen más facilidad entendiendo a otras personas y sienten más empatía. Pueden ver el mundo desde otra perspectiva con facilidad. Aún cuando los investigadores exploraron la posibilidad de que las personas que sienten más empatía leen más novelas, el vínculo entre la lectura y la empatía – en ese orden – seguía siendo válido, escribe Annie Murphy Paul en Time.
Un estudio encontró los mismos resultados en los niños pequeños, mientras más cuentos hubieran escuchado, más entiendan el modela mental de las intenciones de otros individuos.
La lectura profunda – a diferencia de la lectura superficial, la cual hacemos cuando leemos una página web – es una experiencia diferente a simplemente la decodificación de las palabras. Aunque la lectura profunda no esta conectado con los libros convencionales, estos conllevan a la lectura profunda, ya que el lector no tiene que tomar ningunas decisiones (por ejemplo, hacer clic en un vínculo.)
Esta inmersión está apoyada por cómo el cerebro maneja el idioma con riqueza en detalles, metáforas y alusiones. Crea una representación en las mismas partes del cerebro como si la escena estuviera pasando en la vida real. Esto significa que las situaciones en la literatura son un buen ejercicio para el cerebro e incrementan nuestra capacidad para sentir empatía.
Mientras tanto, la lectura que hacemos en la red es diferente, tanto en la experiencia que produce como en las capacidades que desarrolla.
Los humanos no nacimos para leer – nuestros “circuitos de lectura” son construidos bajo estructuras en el cerebro que han evolucionado para otros propósitos y pueden ser fortalecidos si los usamos bastante.