Dueña de uno de los casinos más famosos del mundo, el Caesar’s Palace en Las Vegas, la empresa Caesars Entertainment está próxima a la bancarrota, según reportaje. Nada será alterado para los apostantes y frecuentadores de los casinos de la compañía – son más de 50 casinos-hoteles – que continuarán abiertos al público.
La empresa ya no estaba bien, acumulando deudas, antes de la crisis económica mundial en 2008. El escenario solo empeoró en los años siguientes, con la economía americana recuperándose y los americanos cortando gastos.
Pero el gran pecado de Caesars fue no notar el potencial de mercados emergentes. Su gran rival, Las Vegas Sands Corporation, invirtió en Macau y China, aprovechando el deseo de los asiáticos de ganar dinero fácil. Su facturación en 2013 fue de 14.5 mil millones de dólares. El de Caesars no pasó de 8.6 mil millones.
La comparación por lucro tampoco es favorable. 2.3 mil millones para el rival y 2.9 millones de pérdida – el quinto año consecutivo en rojo – para el gigante, que está cambiando parte de sus equipos y debe pasar por una restauración de su modelo de negocios, creando dos empresas: una para administrar y otra para arrendar los casinos de la corporación.