Mark Gilbert en Bloomberg View escribe que la región europa está sufriendo de fatiga de austeridad. No son solo los griegos los que estan cansados por los recortes de gastos. A pesar de que Alemania ha sido el proponente principal de la rectitud fiscal y el opositor de la flexibilización a las normas del déficit, la austeridad está causando un efecto imprevisto en la industria alemana.
La economía alemana está constituida por 3.7 millones de empresas pequeñas y medianas con ventas de menos de 50 millones de euros anuales. Parece que el entorno de estos negocios está empeorando, los inversionistas no quieren tomar riesgos y no importa cuánto dinero barato les quiera dar el Banco Central Europeo, nadie quiere tomar un préstamo para expandirse.
De las empresas que sí tomaron un préstamo el año pasado, solo un 19.7 % dijo que era por motivos de expansión. Esto es menos que el 27.5 % en el 2013 y el menor porcentaje desde el 2010. La mayoría de empresas estaba simplemente reemplazando sus máquinas anticuadas.
La falta de apetito de los inversionistas no tiene nada que ver con la disponibilidad del capital. Se trata de las dificultades económicas en otros países con el euro y las crisis geopolíticas, las cuales han reforzado la idea de ‘esperar a ver’