El ISIS es otro de los focos importantes en la novela del crudo a nivel mundial, ya que la crisis del petróleo no solamente ha afectado a los países exportadores y ha puesto a pensar a economías que quieren evitar la deflación, sino que ha dejado sin un flujo constante de ingresos a los planes de expansión de los extremistas musulmanes en Irak y Siria.
El Estado Islámico controla muchas refinerías de petróleo y sigue de cerca los movimientos del mercado a nivel internacional. De hecho, hay algunos que afirman que la sobre-producción mundial del crudo que se ha convertido en una de las causas principales para la caída de los precios se da por la actividad de zonas como el ISIS que trafican en el mercado negro.
Si los países productores de petróleo afrontan problemas y tienen posiciones encontradas entre sí, un territorio ocupado como el ISIS también atraviesa complicaciones aún más profundas por la ausencia de un marco legal que rija la actividad y la falta de voz en el debate internacional sobre las soluciones a implementar en la industria.
La crisis del petróleo
Todo cambiará si ISIS es reconocido
Según la prensa regional, uno de los objetivos del Estado Islámico es ser legitimado a nivel internacional y pretende lanzar un banco que ayude a estabilizar la situación financiera del territorio ,pero eso conllevaría no solamente implicaciones sociales y políticas en el mundo sino también cambios trascendentales en la estructura interna de la creciente nación musulmana.
Para ser un país reconocido y legimitado, el ISIS tendrá que ajustarse a ciertas reglamentaciones internacionales y de paso tener un sustento económico justificable y más o menos transparente, por lo que la crisis del petróleo se vuelve clave para manejar la situación a mediano y largo plazo, con los precios del barril jugando un papel determinante.