Ya sabemos de los atentados, del gran territorio que ellos dominan entre Siria e Irak y también del mensaje extremista que está seduciendo jóvenes de Europa y otras partes del mundo para integrar su lucha contra los “infieles”. Pero eso no es lo peor del Estado Islámico, también conocido como ISIS. El periodista alemán Jürgen Todenhofer, acompañado de su hijo, que trabajó como camarógrafo, ha conseguido entrar en contacto con el grupo extremista y convivido con ellos por diez días. Y la información que el trae de vuelta de su viaje hasta Mosul, en Irak, no es buena.
“Ellos hablan de matar centenas de millones. Ellos están entusiasmados con eso y yo no consigo entender la razón”, dijo Todenhofer. “No consigo entender el entusiasmo que ellos tienen con la “purificación” religiosa, planeando matar todos los incrédulos. Ellos también van a matar los musulmanes demócratas, porque creen que los musulmanes que no hacen parte de ISIS le dan más importancia a las leyes de los hombres que a los mandamientos de Dios.”
El periodista alertó que el grupo es mucho más fuerte de lo que imaginamos y que “cada día, cientos de combatientes motivados están llegando con un entusiasmo que nunca he visto en una zona de guerra”.
Pocos días después de los atentados de París, el Occidente está al tanto del problema que es el extremismo islámico y los retos para los próximos años. El Estado Islámico es peligroso no solo por su mensaje y el creciente número de yihadistas que salen de sus países y entran en el grupo. Los terroristas controlan pozos de petróleo y territorios mayores que muchos países de Europa.
Para Jürgen Todenhofer, ataques como los que Estados Unidos han perpetuado no son eficientes. En una entrevista al canal de televisión Al-Jazeera, declaró que cree que ISIS solo parará cuando los sunitas de Irak se rebelen y combatan ese grupo.