Trabajo duro, pasión, lágrimas, disciplina, sudor. Sí, eso naturalmente fue lo que llevó a Alemania a coronarse como el campeón del Mundial de Fútbol del 2014. Pero ¿Por qué el entrenador, Joachim Löw, sacó a Mario Gotze de la banca y lo puso a jugar en el minuto 88? ¿Sabía acaso que iba a tener la potencia y velocidad que su equipo necesitaba?, ¿Contaba con alguna herramienta para intuir que pasaría de ser un joven desconocido al héroe del mundial de Brasil?
Darcy Norman, uno de los entrenadores del equipo y encargado de analizar los datos de cada jugador, explicó en el CES (Show de Electrónica para Consumidores, en inglés) 2015, en Las Vegas, cómo Low tomó la decisión de sacar a Gotze de la banca y arriesgar en los últimos minutos el trabajo de toda una década que ha venido desarrollando en la selección alemana.
Antes del inicio del mundial, fue por todos conocido que los equipos de Alemania, Argentina, México, Colombia y Japón habían utilizado en sus entrenamientos habituales la última tecnología disponible de Adidas: micoach.
Este es un dispositivo con la forma de reloj que los jugadores usaron durante todas sus prácticas. Con él, los entrenadores iban registrando cada uno de los movimientos y el ritmo cardíaco de sus jugadores. Por lo que, efectivamente cuando Low eligió a Gotze, sabía perfectamente qué potencia, velocidad y distancia podía aportar al juego.
Y su profecía no falló. A los pocos minutos de haber ingresado al campo fue protagonista en una jugada que casi se convierte en el primer tanto a favor de Alemania. No resultó, pero en el minuto 113, fue él mismo quien marcara el gol y se convirtiera en el “único sustituto en la historia de los Mundiales de Fútbol en marcar el gol del triunfo”, según asegura geekwire.
Este gráfico muestra en un rectángulo verde a dos de los jugadores que estaban en la banca al momento de tomar la decisión. El jugador de la derecha ha mostrado una mejor efectividad en la cancha durante las prácticas 5×5, cuando se analizan las variables velocidad y distancia. Ese es Gotze y este fue uno de los gráficos que consideró Low para determinar quién iría a la cancha. Así lo explicó Norman en Las Vegas.
Simon Drabble, director de creación de productos de Adidas, dijo también en la CES, que “no se puede negar el hecho de que tenemos aquí un gran ejemplo de cómo la tecnología ayuda a entrenar a los mejores para ser campeones del mundo”. De hecho, la buena fortuna con que Löw seleccionó a Gotze es apenas el final de todo el trabajo que el seleccionado alemán hizo con el aparato. Norman explicó que ellos después de cada entrenamiento analizaban los datos y en base a ello preparaban los siguientes encuentros. “Nosotros cuantificamos las sesiones de entrenamiento para conseguir algún punto de referencia y con ello tener conversaciones significativas”, dijo.
El debate respecto al uso de esta tecnología aún no ha comenzado verdaderamente en las altas esferas del fútbol. De hecho, su uso parece extenderse sin mucho cuestionamiento y es que a diferencia de lo que ha pasado en otros deportes, en este caso, la tecnología no mejora el rendimiento del futbolista, sino que entrega información privilegiada. Cada uno entonces es responsable de cómo la usa.
Actualmente algunos clubes de la Premier League y algunos equipos de Rugby ya comenzaron a trabajar con estos datos, según asegura Daily Mail.
El paso siguiente, que se espera esté en uso para el mundial 2018, es el Adidas micoach Smart Ball. Este “es el primer paso hacia una pelota que entienda el juego”, dijo a Engadget, Christian DiBenedetto, director de Innovación de Adidas, empresa que ha hecho todos los balones de los mundiales desde 1970.
“Imagínense el Mundial de 2018 y en el terreno de juego a la Smart Ball. Capaz de decir qué jugador la pasó o la pateó; quién la interceptó o la recibió; dónde está en la cancha y por supuesto, lo rápido que viaja, en qué dirección, con qué giro y su trayectoria. Cada detalle del juego contado por la pelota y compartido con los aficionados en el estadio y con cualquier persona conectada a Internet que quiera entender el juego”, explicó DiBenedetto
En el Mundial de Brasil, el avance tecnológico que se inauguró fue el uso de la tecnología en la línea de gol, cuando con 7 cámaras ubicadas en distintas partes del estadio y del arco se le podía informar de manera fidedigna y en unos pocos segundos al árbitro si la pelota había pasado la línea de gol o no. Ese adelanto funcionó perfectamente. Ahora habrá que ver cómo le va a la Smart Ball y si el resto de los seleccionados comienzan a utilizar la información con que cuentan a la hora de tomar decisiones críticas.