Los ya sobrecargados contribuidores brasileños van a tener que pagar más impuestos para el gobierno después del anuncio de este lunes, hecho por el ministro de hacienda, Joaquim Levy. Serán 20 mil millones de reales (7.6 mil millones de dólares) más que entrarán al presupuesto del gobierno.
Los mayores aumentos están relacionados con los tributos para los combustibles, representando 12.2 mil millones. El precio de la gasolina cae en el mundo con la caída de los precios del barril de crudo, pero en Brasil el litro debe subir. La decisión final será de Petrobras: en caso de que no haya subsidio, el incremento será de 22 céntimos por litro.
Entre otros impuesto que tuvieron algún cambio están el IOF (Impuesto sobre Operaciones Financieras), que pasa de 1.5% al 3%, y el PIS/Confins sobre productos importados, de 9.25% al 11.75%, para favorecer la producción doméstica.=
En una entrevista después del anuncio, Levy argumentó que las acciones pretenden “alcanzar con el menor sacrificio la retoma del camino al crecimiento.”
En los cuatro años de Rousseff a cargo del gobierno brasileño, la economía no ha demostrado el mismo ímpetu de los años anteriores, causando la salida de Guido Mantega del puesto máximo de la hacienda. La situación ha forzado un nuevo método y con esos cambios, el sistema de impuestos en Brasil, un verdadero enigma hasta para quién es especialista en la área, se queda un poco más complicado.