La caída abrupta de los precios del barril de petróleo deja los consumidores felices, pero los productores sufren las consecuencias. El condado de Kent, que tiene entre sus ciudades Bakersfield, considerada la capital del petróleo de California, ha tenido un aumento en las tasas de desempleo y está en una situación económica alarmante.
“Estamos pensando en 24 mil empleos que van a desaparecer. Es un efecto dominó, las construcciones nuevas pueden ser afectadas”, dijo el perito en inmuebles Gary Crabtree.
El barril de crudo extraído en la región costaba 101.87 dolares en junio de 2014. Hoy el precio está 61% menos: 38.94 dolares. Y los precios no dan señales de parar de caer.
Shale States initial jobless claims pic.twitter.com/SsvkmfZ1K6
— zerohedge (@zerohedge) 29 janeiro 2015
“Si continúa así veremos más dimisiones y mas efectos negativos en la economía”, declaró Melissa Rossiter, de la cámara del comercio de la ciudad. El mayor problema que Bakersfield enfrenta es la caída en la recaudación. Los impuestos sobre las propriedades de gas y petróleo son 35% del total. Con la situación negra del mercado, el dinero que la cámara recibirá no sería suficiente para cubrir sus gastos con pensiones y la construcción de una prisión.
La solución fue drástica: Kern County declaró estado de emergencia fiscal. La actitud permitirá que el condado use 40 millones de dólares de sus reservas para balancear su presupuesto y tener tiempo para hacer los cortes necesarios.
Y esa región de California no es la única. El estado americano de Alaska y la provincia canadiense de Alberta también sufren con los precios del barril y tendrán que revisar sus planes para el futuro próximo.