Los precios de los pañales, tampones, rasuradoras y otros productos básicos se multiplicaron en las últimas horas en Rusia y profundizan la crisis económica del país ante la caída del rublo, asemejando el panorama de lo sucedido desde hace varios meses en Venezuela con los problemas financieros extendidos a la sociedad.
Según reporta el grupo informativo RBC con sede en Moscú, la compañía internacional Procter & Gamble subió los precios de pañales, rasuradoras, tampones, pastas de dientes, otros productos de higiene personal y artículos femeninos debido a la crisis del rublo que tiene a Rusia en serios problemas para solventar su situación en la comunidad internacional, en medio de las sanciones de Occidente.
A partir de marzo, los precios de estos productos se dispararán en Rusia, como por ejemplo el de los pañales, pasando de 25 dólares a 40 dólares por un paquete de 186 unidades.
Aunque P&G aún no se ha referido de manera oficial a esta alza de los precios, representantes de establecimientos en Rusia aseguran que la empresa estadounidense tomó la decisión debido a “la situación macroeconómica actual y los costos de materia prima, componentes de alta tecnología y otros productos que están expuestos a la fluctuación de la moneda“.
Esa fluctuación de la moneda se refiere a la dramática caída del rublo, que se ha visto afectado por el desplome de los precios del petróleo a nivel mundial pero especialmente por las sanciones contra Rusia por los conflictos internacionales y el enfrentamiento dialéctico contra Estados Unidos y Europa, que repercute en la saluda económica del país.
Una situación complicada para Rusia
Según Euromonitor, Procter & Gamble tuvo el 37% de ventas en el mercado de pañales de Rusia en 2013 y los precios en alza representan una preocupación mayúscula para la economía local, considerando los efectos negativos que pueden empezar a notarse con mayor firmeza en la población.
Hace unos días se daban a conocer las estadísticas sobre los turistas rusos que no podían realizar sus vacaciones al extanjero por la caída del rublo pero ahora se trata de artículos de primera necesidad o al menos utilizados en la vida cotidiana de las personas, por lo que el efecto resulta mucho más trascendente.
Al igual que Venezuela, Rusia ha tomado un tono desafiante para tratar los temas de su maltrecha economía y los ciudadanos quedan a merced de las férreas políticas de Vladimir Putin y compañía, con consecuencias notorias como los precios altísimos en pañales y tampones.