La noción general de que el crecimiento global no vive un estado saludable a nivel global no se condice con la realidad de las estadísticas, según asegura el economista Jim O’Neill en un artículo que analiza las condiciones de la economía mundial en los últimos años.
El antiguo presidente de la Gestión de Activos de Goldman Sachs y hoy profesor honorífico de la Universidad de Manchester señala en Project Syndicate que la visión general acerca del “pobre crecimiento global” que vivimos actualmente es errónea.
“De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, durante la primera década de este siglo, el crecimiento global tuvo un promedio de 3.7%, comparado con el 3.3% que se dio en los años ’80 y ’90. En los últimos cuatro años, el crecimiento ha promediado un 3.4%. Esto es mucho más bajo de lo que muchos esperaban. Yo mismo en 2010 predije que en la próxima década el mundo podría crecer a un ritmo anual de 4.1%. Pero un 3.4% no es para nada desastroso con respecto a los estándares históricos. Las economías de países desarrollados están creciendo más lentamente que cuando sus economías estaban en su mejor momento. Pero solamente la eurozona ha decepcionado en años recientes. Yo asumí, cuando hice las predicciones en 2010, que la demografía y la poca productividad evitaría el crecimiento mayor a 1.5% anual. En cambio, solamente ha logrado un pobre 0.3%”.
Esta posición contrasta con la idea general de que el crecimiento global ha vivido un calvario desde 2007 y que solamente Estados Unidos ha podido estar a la altura de las exigencias, afectando incluso a los países en vías de desarrollo.
O’Neill afirma también que la visión debe ser más positiva a la hora de analizar a Estados Unidos y China:
“Otro factor es lo que ocurre entre Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo. Cada uno ha entrado a la crisis financiera con desbalances muy grandes. Estados Unidos tenía un déficit de más de 6.5% del PIB y China un superávit de 10% de su PIB. Hoy en día, el déficit de Estados Unidos ha caído a un 2% y el superávit de China es menor a 3%. Como la relación de estos desbalances es clave, resulta un excelente paso adelante”.
Según el experto, las únicas decepciones en el panorama global son Rusia y Brasil, que han tenido problemas por la reducción de precios. La economía rusa se ha venido abajo de forma dramática en los últimos meses y junto con la eurozona son la principal razón para que el crecimiento global no haya alcanzado el 4.1% proyectado.
“La noción convencional sobre la desigualdad también está equivocada. De 2000 a 2004, el PIB mundial se duplicó de 31.8 trillones a más de 75 trillones. En el mismo periodo, el PIB nominal de China se disparó de 1.2 trillones a más de 10 trillones, aumentando más de cuatro veces que el promedio global”.
Para redondear su idea, O’Neill afirma que si bien el presente tiene muchos obstáculos, la realidad indica que el panorama no es tan negativo como quieren hacer creer muchos sectores de la economía mundial.