Enrique Peña Nieto ha anunciado una nueva intestigación de la cual será uno de los principales objetos de búsqueda, con el objetivo de mejorar su deteriorada imagen ante la población y enviar un mensaje de transparencia a la comunidad internacional ante los últimos acontecimientos.
Hace poco estallaron informaciones detallando compras y negocios muy dudosos de Peña Nieto con gente allegada al Gobierno, lo que despertó un efecto dominó para oscurecer el panorama de su administración y poner en tela de juicio la transparencia de su mandato, bajo la eterna sospecha de la corrupción en México.
El grado de indignación de un sector de la prensa y un gran porcentaje de los ciudadanos fue la semilla para lo que hoy es un nuevo plan contra la corrupción en México, que comenzará por invesigar si ha existido conflicto de interés en las operaciones inmobiliarias de Peña Nieto, su esposa y el Ministro de Finanzas, Luis Videgaray, quien recibiò un préstamo con tasas de interés sorprendentemente bajas.
Aunque todos los involucrados aseguran haber actuado de manera reglamentaria, el Gobierno quiere que la investigación se lleve a cabo para alcanzar una conclusión más precisa y la persona que completará el proceso es Virgilio Andrade, quien tomará el puesto de Ministro de Administración Pública, vacante desde 2012 y que en principio tiene la orden primaria de verificar si los funcionarios públicos están actuando conforme a la ley.
¿Cuál es el objetivo de Peña Nieto?
Después de un tiempo de tranquilidad y disfrutando los elogios de la comunidad internacional por sus mejoras en la economía, con proyecciones positivas hacia el mundo sobre la “nueva imagen” del país, Enrique Peña Nieto tuvo que afrontar situaciones complejas con la desaparición de estudiantes en Iguala, las dudas sobre su riqueza personal y las nacientes denuncias de corrupción en México.
Esta investigación tiene como objetivo mejorar la percepción interna y externa del presidente mexicano, que en su momento aseguró que el país no podía seguir así y requería de cambios sustanciales. En esta ocasión, un proceso para determinar si el autor de esa frase ha actuado conforme a la ley o está metido en el extendido mundo corrupto de los funcionarios públicos es un buen lugar para comenzar.