Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York conocido por sus políticas férreas contra las bandas delictivas que ayudaron a transitar el camino de reducción de delitos violentos en la ciudad, fue contratado por El Salvador para ayudar a implementar soluciones fuertes en medio de una realidad complicada para un país con gran influencia de las “maras” en todo su territorio.
“Ayer fue el primer día del año sin un solo homicidio en El Salvador”, anunció el vice jefe de policía el pasado 23 de enero, dejando en claro que el armisticio inesperado entre los líderes de las bandas consiguió un efecto positivo, aunque no duradero.
El ex alcalde de Nueva York fue contratado para poner orden en las “maras” salvadoreñas debido a su experiencia en la Gran Manzana, donde su política de mano dura sirvió para allanar el camino para un presente con la ciudad siendo uno de los ejemplos a nivel mundial en materia de seguridad ciudadana, pese a los últimos conflictos de la policía este año.
“La mejor respuesta para los grupos terroristas y las bandas es la confrontación“, afirma Giuliani, que se niega a negociar con los líderes de estas bandas organizadas. Sin embargo, el diálogo ha sido importante en el pasado, como en el periodo entre 2012 y 2013 en el que gracias al acercamiento del Gobierno hubo una tregua que bajó los alarmantes números de asesinatos y violencia.
Para el 2014 se acabó el armisticio y los suicidios aumentaron un 57% con casi 11 muertes al día. Una ola de violencia aún más cruda se dio en el inicio de este año, con un promedio de 15 por día.
Giuliani no cree en las negociaciones
Aunque las estadísticas muestran avances importantes cuando existe el diálogo entre autoridades y líderes de las bandas, el ex alcalde de Nueva York asegura que los lapsos de tregua sirven para que los delincuentes se organicen mejor y encuentren nuevas vías de conseguir dinero, para mantener sus actividades fuera de la ley a largo plazo.
“Suena romántico sentarse a hablar con ellos, pero esta es una situación de terrorismo interno“, dijo john Huvane, jefe ejecutivo la empresa Giuliani Security and Safety.
Ahora la atención se centra en las acciones del presidente Salvador Sánchez Cerén, que se encuentra en una situación poco sencilla. Si no apoya las acciones de Giuliani, quedará como un funcionario débil ante la ola de violencia en el país. Pero si da vía libre al ex alcalde de Nueva York, estará dando la razón al grupo opositor (de derecha) que lo contrató. Ante esto, su estrategia alternativa basada en un consejo de seguridad que involucra a diversos sectores de la sociedad salvadoreña, tendrá que funcionar.