Un influyente columnista del periódico bautizado como el “Financial Times ruso” ha publicado un polémico artículo en el que aconseja a la clase media y traza una proyección poco alentadora para los bancos rusos en medio de la crisis que golpea al Gobierno de Vladimir Putin a nivel nacional e internacional.
El artículo original de Andrey Panov fue publicado en el diario Vedemosti, con un claro mensaje para las personas que tienen dudas sobre el futuro económico de Rusia:
“Es mejor mantener el dinero en monedas extranjeras. Mejor en dólares que en euros, ya que la economía estadounidense está mejor que la de la unión Europea. Y prepararse para lo que los economistas están empezando a señalar como el regreso a las condiciones de los años ’90. Es mejor retirar los ahorros, o al menos una parte de ellos, fuera de los bancos rusos. ¿Quién puede garantizar que lo que viene no es una situación en la que los depósitos en monedas extranjeras se convertirán a rublos o se congelarán? Después de todo, el mercado negro del efectivo ha funcionado incluso en los tiempos soviéticos”
Panov es un columnista freelance y, si bien como detalla Business Insider se trata de solamente una opinión sobre el estado actual de la economía rusa, es una voz que hasta el momento los medios de ese país no habían querido dar a conocer.
La preocupación es real y aunque Vedemosti es un medio lanzado entre Financial Times y Wall Street Journal, por lo que puede tener una “visión occidental” del presente, seguramente llegará a oídos del público.
La difícil realidad de los bancos rusos
El manejo de la crisis por parte del Gobierno se ha vuelto un tema principal en los últimos días y han aparecido críticas en medio de una crisis que se ha expandido de forma amenazante, por lo que no es descabellado pensar que muchos seguirán el consejo de Panov y actuarán en desconfianza absoluta con respecto a los bancos rusos.
El banco central utilizó 2.300 millones de dólares para comprar rublos en enero y otros 1.200 millones de dólares en diciembre, pero la volatilidad de la moneda sigue fuerte, con el rublo perdiendo terreno con respecto a las monedas dominantes en el panorama internacional.
El colapso de la economía rusa se ha sentido en muchos niveles, con problemas de escasez o precios multiplicados exponencialmente, como consecuencia de una posición desafiante del Gobierno con respecto a Occidente y los puntos débiles de las finanzas locales.