La mayor fiesta de Brasil, el carnaval, no está inmune a los malos resultados de la economía del país. Las celebraciones, que empiezan el próximo sábado y van hasta el miércoles serán un poco más modestas que las de los años pasados por diversas razones.
La emisora oficial del carnaval de Rio de Janeiro, TV Globo, no exhibirá las dos primeras escuelas de samba que desfilan el domingo y el lunes, para mantener su programación normal, y tampoco transmitirá el desfile de los campeones porque entiende que la inversión no es rentable.
Las escuelas de samba – doce en el grupo principal – van a recibir 1 millón de reales (360 mil dólares) cada una, de Petrobras, a pesar de la grave crisis por la que pasa la empresa. Todavía el gobierno de Río de Janeiro no ha aportado dinero como en los años anteriores, una consecuencia más del corte de gastos que los gobiernos de los estados y también el nacional están poniendo en práctica.
En Río existen también los bloques, que desfilan por las calles de la “ciudad maravillosa” y van acompañados por miles de turistas. Entre los que dominan la ciudad, el Bloco Cru (“Bloque Crudo”), que reunía 50 mil personas, no participará en la fiesta en 2015. En entrevista al periódico “O Globo”, Lu Baratz, explico la razón: “No alcanzamos a tener dinero de publicidad suficiente para garantir la infraestructura. Es importante que los patrocinadores y el ayuntamiento paguen más que los baños químicos. Ellos necesitan apoyar el espíritu del carnaval.”
Pero Río estará mejor que Brasilia, la capital del país. Los desfiles oficiales de la ciudad fueron cancelados, también debido a la mala situación de la economía.
A pesar de que la situación económica no sea la misma que algunos años atrás y las celebraciones sufran con eso, la fiesta continuará, con menos dinero, pero con la misma alegría de siempre.