La temporada de lluvias en São Paulo está pasando y los reservorios de agua llenaron poco. El sistema Cantareira, que abastece partes de la ciudad brasileña de más de 10 millones de personas, y una zona metropolitana con casi 20 millones,está en apenas 6% y los otros no están mucho mejor. Alto Tietê tiene 13.3% y Guarapiranga es el mejor, con 55%.
En diversas partes de São Paulo no sale nada de los grifos por varias horas del día. El racionamiento todavía no se ha puesto en práctica oficialmente, pero hay zonas de la ciudad que ya sufren con la falta de agua.
El gobierno del Estado y la empresa estatal de agua, Sabesp, rechazaban la posibilidad de un racionamiento hace algunos meses, cuando la situación empezó a quedarse crítica. Ahora se comenta que va a ser necesario un racionamiento tan fuerte como cinco días sin agua por dos de agua cada semana. El agua en en la reserva de Cantareira debe acabarse en abril si no hay lluvias
Eso obviamente impacta la economía. El estado de São Paulo, con 40 millones de personas, es el más rico de Brasil. Y los números de crecimiento, que ya no son buenos, pueden empeorar. Otros estados importantes, como Rio de Janeiro y Minas Gerais, también pueden tener problemas con el abastecimiento de agua. Y el sector de energía eléctrica también está amenazado.
Sabesp ya tomó medidas para tratar de evitar lo peor. En Cantareira tres reservas técnicas ya fueron usadas y se están haciendo obras, planeadas hace años, para conectar un reservorio con otro. También fueron creados incentivos para quien ahorra agua, con un descuento en la factura, y multas para quien aumenta el consumo.
Mientras tanto la población espera que la lluvia venga del cielo y festeja cuando el porcentaje de Cantareira aumenta en 0.1%. No restan muchas otras cosas para hacer.