La gente está muriendo y los recién nacidos no están reemplazando a la población de Europa, reporta Raziye Azzoc en The Telegraph.
La población de toda Europa se está incrementando en un número muy pequeño. Que no haya recién nacidos reemplazando a los viejos que mueren significa que un país, en sí, está moribundo.
En Italia, la tasa de natalidad es de 8.4 por 1.000 personas. Esta tasa es igual en Alemania. En El Reino Unido, es de 12.8 por 1.000 personas. En España, es de apenas 9.7 por 1.000. En Grecia, es 9 por 1.000. En Belgica es de 11.4 por 1.000 y en Francia es de 12.6 por 1.000 personas.
El resto del mundo occidental está empezando a tener menos hijos. La tasa de natalidad es mucho menor en Europa que en África, el continente con la mayor tasa de natalidad del mundo.
El segundo continente con mayor tasa de natalidad es el Medio Este, y le sigue Latinoamérica y el caribe.
La tasa de crecimiento de la población mundial es 1,2 por ciento, según los datos de la ONU.
Las pequeñas tasas de natalidad pueden tener con ver con la crisis económica y el alto desempleo en la gente joven.
Los países con menos jóvenes tienen varios problemas, incluyendo aquellos con gran infraestructura, a los que en este momento se enfrenta Japón.
En los países con una población mayor, el costo de la salud crece. Menos personas adultas pueden estar en el mercado laboral y por lo tanto, menos pueden contribuir para el cuidado de la población en la vejez.
La esperanza de los países europeos son los inmigrantes, quienes generalmente son jóvenes y están buscando una vida mejor para su familia.
El mapa interactivo sobre la tasa de natalidad está disponible en la fuente.