El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha declarado, este fin de semana, que el control al que somete Europa a grupos, como por ejemplo, Google y Facebook tiene su origen en un “interés comercial” de las empresas tecnológicas de la región, que luchan por competir con los mejores rivales americanos.
Esto lo declaró Obama en una entrevista a la web de noticias tecnológicas Re/Code. Durante esa entrevista, además, el presidente estadounidense afirmó que “hemos sido los propietarios de Internet. Nuestras empresas lo han creado y perfeccionado, de forma que no hay posibilidad alguna de competir. Y, a menudo, las posiciones elevadas que se presentan en torno a algunas cuestiones son concebidas para conformar algunos de sus intereses comerciales”.
La Comisión Europea se ha pronunciado
Con respecto a esto, los políticos e instituciones de Europa han respondido de forma más que contundente a los comentarios. Un representante de la Comisión Europea ha indicado que “esta apreciación, a saber, de que las regulaciones sólo están para proteger a nuestras empresas, está fuera de lugar”.
Asimismo, también ha indicado que “las regulaciones deberían facilitar el acceso al mercado interior de las empresas de fuera de la UE. Es, en bien del interés de las empresas de Estados Unidos, que las normas se impongan de manera uniforme”.
Google, el objetivo concreto
Y es que las autoridades europeas, el año pasado, llevaron a cabo un esfuerzo concertado para imponer controles sobre las empresas de tecnología punteras de Estados Unidos. Sobre todo, como respuesta a las amenazas sobre la vigilancia que ejerce Estados Unidos sobre Internet, la evasión de impuestos y la supremacía comercial.
El principal objetivo ha sido Google, sobre el que la Unión Europea lleva ya tiempo realizando un estudio sobre la competencia de este motor de búsqueda. Este mes, en concreto, los vigilantes de la privacidad amenazaban con emprender acciones legales contra Google por la aplicación de la nueva legislación. Una legislación basada, fundamentalmente, en el “derecho al olvido”.