Javier Castaño, un limpiabotas asturiano de 50 años que reside en Málaga, ha tenido una gran iniciativa en Twitter que lo está convirtiendo en famoso en estos días. Su iniciativa ha sido el regalar cuentas de la famosa red social con denominaciones de grandes ciudades, regiones o países del mundo a instituciones de esos lugares.
El hombre había registrado por su propia voluntad estas cuentas y las atesoraba desde hace más de cinco años.
En concreto, su nombre ha saltado a los medios al regalar la cuenta @riodejanerio a @rioguiaoficial, la guía oficial de la ciudad brasileña. Todo ello, en vísperas de la celebración del Carnaval.
En 2009, creó 10 nombres distintos en Twitter
Castaño, ha dicho que en el año 2009 se hizo con diez nombres distintos de la red social. Estos nombres estaban asociados a Andalucía, Málaga, Asturias, Oviedo, Gijón, Madrid, Canadá, Roma, Río de Janeiro y Japón. Estas cuentas las reservó para que luego no se usaran con fines poco ortodoxos. Así, ha manifestado que, por ejemplo, “a mí me da lástima pensar que el usuario de Río de Janeiro acabe en manos de una empresa que se dedique a alquileres baratos o cualquier cosa así”.
Así, el limpiabotas ha estado cobijando, como si de un guardián se tratara, todos los usuarios que ha registrado. Todo ello, a la espera de que los responsables de los lugares lo conocieran.
Al principio, hacer el regalo fue complicado
Al principio, su regalo de cuentas de Twitter fue algo difícil y complicado. Y es que había embajadas, como, por ejemplo, las de Canadá o de Japón qye no contestaban a sus correos electrónicos y no le comprendían bien. Por ello, luego, mantuvo conversaciones con profesionales de la comunicación para que todo fuera más fácil.
Lo que está claro, es que no ha sido todo un camino de rosas y, durante estos años ha recibido muchas críticas. Éstas, han venido, sobre todo, por considerarlo “acaparador” de las cuentas de Twitter. Pero, ahora está consiguiendo aplausos y buenas palabras tras conocerse cuál era el motivo por el que lo hacía.
Hasta ahora, Castaño ha entregado todos los usuarios que tenía. Aunque, sólo le queda uno: Japón. Eso sí, espera que ahora que ha salido a la luz el caso, lo pueda entregar pronto. Además, el limpiabotas también ha recibido algunos regalos por el obsequio que él mismo ha hecho. Lo que sí que parece es que detrás de todo este asunto de nombres de usuarios de Twitter se esconde un grito silencioso. Un grito con el que se pretende clamar por un sitio en el mercado laboral, concretamente, dentro del mundo digital.