Con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner provocando profundas y acumuladas divisiones en los ciudadanos, la oposición sin planes certeros para el futuro y una sensación de desprotección social después de la muerte del fiscal Alberto Nisman, la política de Argentina transita un presente repleto de dificultades.
Un mes después del fallecimiento de Nisman, los fiscales argentinos organizaron una marcha pacífica y silenciosa con más de 400.000 personas para hacer reaccionar al Gobierno. La marcha contó con el respaldo de las caras más visibles de la oposición y, por supuesto, no provocó mayor cosa en la presidenta.
De hecho, Cristina Fernández tuvo palabras de desprecio para la marcha realizada y recibió muchas críticas por sus palabras fuera de tono. Es decir, un poco más de lo mismo ante cada asunto importante para el país en los últimos años.
La muerte de Nisman sacudió los cimientos de la sociedad argentina, mostrando la debilidad del aparato judicial y los profundos intereses que se entremezclan en las decisiones más importantes que emanan desde las instituciones gubernamentales, mutando hasta llegar hasta la palestra pública.
Entre los líderes de la marcha estaban varios fiscales que han buscado causas de corrupción contra Cristina Fernández y el difunto Néstor Kirchner, junto con los opositores más feroces que tienen como objetivo alcanzar el Gobierno en las próximas elecciones y que aprovechan cualquier circunstancia para atacar a la endeble imagen de la mandataria.
¿Es posible un juicio contra Cristina Fernández?
La política de Argentina vive un momento complejo y la acusación formal que se dio contra la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento, que llevó a la muerte al fiscal Alberto Nisman pero fue retomada por el aparato judicial que muchas veces responde a los intereses gubernamentales, podría llevar a un futuro incierto.
Actualmente solo puede ser enjuiciada por el Congreso y muchos afirman que Cristina Fernández buscará un puesto en Mercosur para gozar de inmunidad ante cualquier eventualidad en los próximos años, con investigaciones y dudas sobre actos oscuros que se van multiplicando. A todo esto, la política de Argentina aparece en el 127º lugar entre 144 países en el ranking de independencia judicial según el Foro Económico Mundial.
En medio de este panorama, la tan criticada presidenta argentina ha fijado postura contra algunos órganos del gobierno como agencias de inteligencia y el sistema judicial, creando una sensación de política fallida y provocando enfrentamientos entre diversos sectores de la sociedad.