Estadísticas reveladas confirman que el progreso de América Latina se ha visto frenado por múltiples factores en los últimos años, después de un crecimiento acelerado en las últimas décadas y pone en entredicho las políticas actuales de los gobiernos de turno, creando oportunidades y desafíos para el futuro.
Según un artículo de The Economist, los datos son claros:
- Entre 2002 y 2013, 60 millones de personas salieron de la pobreza en América Latina
- El porcentaje de pobreza cayó de forma sostenida entre 2002 y 2013 pero se ha detenido en 2014
- En los últimos tres años, el porcentaje de pobreza se mantuvo alrededor de un 28% de la población total
- La proporción de extrema pobreza ha aumentado hasta un 12%
- Después de crecer a un ritmo anual de 4.3% en el periodo entre 2004 y 2011, las economías de Latinoamérica se expandieron solamente un 2.1% desde 2012
La desigualdad en los ingresos se ha reducido de cierta forma en la última década pero las estadísticas siguen siendo alarmantes. Como resultado de esto, el progreso de América Latina se ha visto estancado gracias a que el PIB es alto en comparación con otras regiones pero todavía hay muchas personas sumidas en la pobreza.
Un cuadro de Business Insider explica la involución de los porcentajes de pobreza en los últimos años:
El mercado laboral es uno de los puntos fundamentales para el estancamiento del progreso de América Latina, ya que los números de empleo no han mejorado. Muchas personas carecen de habilidades o los contactos para entrar a trabajar a muchas empresas que necesitan mano de obra. De esta forma es difícil sostener un crecimiento a mediano y largo plazo.
Temores a futuro para Latinoamérica
Otro de los obstáculos para el progreso de América Latina es una franja de la población que se encuentra entre la clase media y los pobres, muy susceptible a caer en el rango de pobreza en caso de que las condiciones generales de los países no mejoren y busquen un crecimiento no solamente de la economía sino del empleo.
Mucha gente en Latinoamérica no percibe un salario mayor a 10 dólares diarios, no tienen la educación requerida ni otras características para contar con un respaldo en caso de perder sus trabajos, por eso más que apostar al crecimiento los expertos aseguran que el progreso de América Latina tiene que ver más con programas sociales y políticas que permitan oportunidades.