El eclipse solar que se vivirá esta semana en Europa ha generado mucha preocupación al sector eléctrico y compañías de varios países han coordinado planes de emergencia para combatir los problemas que se proyectan, especialmente en Alemania, España e Italia.
Los expertos predicen que si el día amanece soleado, la caída de la producción durante los minutos del eclipse alcanzará los 34.000 megawatts, el equivalente a 80 plantas de energía de tamaño mediano, generando dificultades a través de Europa desde Portugal hasta Finlandia.
El panorama caótico que quieren evitar las autoridades se da ante la amenaza que representa la energía solar que es 100 vez más utilizada que en el último eclipse solar registrado en 1999.
Ante esta situación, la Red Europea de Transmisión de Sistemas Operarios de Electricidad (Entso-e) ha confirmado la problemática que afronta el continente:
“Los eclipses solares han ocurrido anteriormente pero el incremento de instalaciones fotovoltaicas elevan el riesgo de un incidente si no se toman las medidas apropiadas. Por primera vez se espera que tenga un alto impacto en las operaciones energéticas de Europa”.
Los operadores de redes han diseñado planes de contingencia para compensar los efectos del eclipse solar ante la posibilidad de perder las fuentes solares durante horas. Según Entso-e, se han formado equipos de trabajo para implementar soluciones emergentes.
- Alemania sería el país más afectado por el eclipse solar, por su capacidad de 40.000 megawatts, con un 18% de consumo eléctrico procedente de la energía solar
- Italia es el segundo país en riesgo con 20.000 megawatts de generación de energía solar
- España (6.700 megawatts) y Francia (5.700 megawatts) también afrontan dificultades
Las compañías responsables de la electricidad a lo largo de Europa han tomado medidas por los posibles efectos del eclipse solar, con planes que se han diseñado desde hace varios meses.
Uno de los actores principales en este sentido es Coreso, una institución con base en Bruselas que trabaja para interconectar las redes eléctricas de Europa Occidental, que aglomera el 40% de la población europea.
Este centro guiará a las empresas de varios países para suministrar la energía solar requerida en algunos casos y suplir las necesidades de los lugares en dificultades, utilizando los recursos excedentes de otros países.