Según los datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) y la Asociación Española de Grandes Yates (AEGY) el Mediterráneo acoge hasta el 70% de las embarcaciones con tamaño superior a los 24 metros. En total 767 unidades. Sin embargo, tan sólo un 1%( 11 embarcaciones) lo hace con nacionalidad española.
Pese a la atracción turística que suponen ciudades como Barcelona, Valencia o Palma de Mallorca, los embarcaderos del país tienen como asignatura pendiente mejorar sus instalaciones para la mejora en la recepción de grandes yates. Así, Pablo Peiro, gerente de AEGY, afirma :
“Tenemos la gran oportunidad de convertir España en base de grandes yates. Que pasen aquí los inviernos, que reparen sus barcos… Además, las tripulaciones quieren vivir aquí”
Entre los principales ajustes a tramitar destaca: la supresión del impuesto de matriculación que se sitúa en un 12% al que además se le suma el 21% del IVA. Un impuesto que de eliminarse supondría generar 1500 millones de euros junto con la posibilidad de competir con mercados como Italia, Francia donde no existe esta tasa.
La actuación a favor de las embarcaciones es de gran importancia pues éstas significan la creación de 5.682 empleos directos además de un gasto medio por embarcación de 890.000 euros para las embarcaciones entre los 24 y 30 metros y hasta 4 millones para las superiores a 60 metros.
Así, Peiro concluye:
“Falta concienciación de los poderes políticos. Se habla de la industria de los grandes yates con frivolidad, pero si se corrigiesen los desajustes, el Estado recaudaría todavía más”