Mientras muchos piden una sociedad sin dinero en efectivo y algunos países dan paso a las transacciones electrónicas como primera opción, The Financial Times recuerda que en muchas partes del mundo no hay garantías de seguridad y será difícil “convencer” a la gente.
“El dinero tangible sigue siendo popular en países con tipos de cambio inestables, gobiernos represivos, controles de capital e historial de colapsos bancarios. Allí prefieren los billetes grandes”, explica el análisis sobre los costos de eliminar el efectivo.
Pero no solo los países con problemas socio-económicos prefieren el efectivo, ya que el billete de 10.000 yenes representa un 90% del efectivo en Japón.
En el otro extremo, Suecia vive en una sociedad sin dinero en efectivo, con los pagos electrónicos para toda ocasión, incluso para darles “dinero de bolsillo” a los niños.
“La aparente conveniencia de un mundo sin efectivo tiene un costo importante para las libertades personales. A la gente le gusta el efectivo porque es simple, seguro y anónimo. No todos los gobiernos son buenos y los pagos electrónicos pueden ser monitoreados y hackeados”.
Dinero del crimen organizado, una de las preocupaciones
Una de las razones para que las autoridades busquen una sociedad sin dinero en efectivo es la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo, como sucede con el billete de 500 euros, el de 1.000 francos suizos y el de 100 dólares, entre otros.
Es cierto que eliminar los billetes de alta denominación complicaría las transacciones, pero muchos países no tienen las condiciones para trabajar sin efectivo.