La petición del FBI para accesar a los teléfonos de los respnsables de la masacre de San Bernardino y la negativa de Apple ha reavivado el debate entre la búsqueda de información valiosa para la seguridad nacional y el derecho a la privacidad de los usuarios.
La policía quiere tener acceso a tu teléfono y las compañías tecnológicas aseguran que no pueden proporcionar esa llave en defensa de los usuarios, aunque esa política haga más fácil el trabajo de los terroristas y criminales para esconder sus datos.
“Una larga disputa entre las agencias gubernamentales y las empresas tecnológicas ahora se está llevando con un sentido de urgencia… Y la policíatiene un ejemplo emotivo y concreto para exigirlo”, asegura Charley Lanyon en NY Magazine.
Por eso varios expertos expresaron su opinión al respecto en medio de este debate en la sociedad estadounidense:
La encriptación facilita el papel de los criminales
Un artículo del senador John McCain para BloombergView.com señala que la tecnología de las grandes compañías está colaborando con los delincuentes y terroristas:
“La encriptación total viene como una característica por defecto en muchos teléfonos y sistemas operativos, incluyendo el iMessage de Apple y el Whatsapp de Facebook. El resultado son escenas de crímenes digitales a las que la policía no tiene acceso”.
Un tema clave a resolver por el próximo presidente
Según Tom Simonite de Technology Review, los últimos ataques terroristas ponen a la seguridad encriptada de los dispositivos en agenda gubernamental:
“Hay que agregar esta política no resuelta al próximo ocupante de la Sala Oval… Los oficiales de inteligencia sugieren que las empresas tecnológicas deben construir puntos de acecso para que la policía llegue a las aplicaciones y los teléfonos. Los expertos de seguridad afirman que los hackers y otros podrían explotar estas vulnerabilidades”.
Los usuarios estadounidense buscarían nuevas opciones
Si el gobierno obliga a las empresas a colocar accesos de seguridad para la policía, los consumidores volverían sus ojos a productos extranjeros, según Robert Hackett de Fortune:
“Hay 546 razones por las que Estados Unidos debe rechazar los accesos a la encriptación. Ese es el número de dispositivos o programas que ofrecen encriptación desarrollados por compañías extranjeras. Si los federales obligan a las firmas tecnológicas estadounidense a disminuir su seguridad, los consumidores y los criminales buscarán el servicio afuera para mejorar su privacidad y su protección”.