El precandidato demócrata Bernie Sanders ha vuelto a poner sobre la mesa el concepto de socialismo en Estados Unidos y lo más interesante es la disparidad de criterios y simpatías de esta ideología entre grupos etáreos de la sociedad.
Bernie Sanders propone un cambio y habla de social democracia, haciendo referencia a la forma de gobierno de Suecia y Dinamarca, países que tienen iniciativas socialistas incorporadas a sus modelos económicos de libre empresa.
El socialismo en Estados Unidos está presente en programas muy arraigados en la sociedad como Medicare y la Seguridad Social, pero el concepto no es bien visto ni manejado por los políticos.
Sanders cree que el gobierno debe impulsar medidas impositivas y programas sociales para limitar la desigualdad, proporcionando sin costo el acceso a salud, cuidado y educación universitaria, sin intervenir en la producción ni el libre comercio.
El rechazo de muchos hacia el socialismo
Cuando se habla de socialismo en Estados Unidos, es importante recordar que el Partido Socialista se opuso a la participación en la Primera Guerra Mundial y fue considerado “anti-patriota”, para luego pasar a la lista negra de la Ley de Espionaje cuando el país vivió años de temor ante una posible revolución comunista.
Durante la Guerra Fría, el comunismo y el socialismo fueron utilizados como sinónimos.
La distinta percepción entre generaciones
Si bien una encuesta de Gallup mostró que los estadounidenses votarían por un musulmán o un ateo antes que por un socialista, existe una interesante diferencia entre grupos etáreos.
Entre las personas de 18-29 años, un 69% respondió que sí votaría por un socialista para la Casa Blanca.
Los veinteañeros no tienen recuerdos de la época de la Guerra Fría y han vivido la crisis financiera de 2008, por lo que compartir la riqueza mediante mecanismos de control no les parece una idea tan alocada.