Ray A Smith, en la publicación estadounidense Wall Street Journal, reporta que una serie de nuevos estudios sugieren que vestirse para el trabajo en un traje o una chaqueta podría hacer maravillas para la productividad de un empleado.
En una serie de experimentos, incluyendo reuniones de negocios simulados en los que los sujetos vestían ropa más formal y más informal, los estudios ofrecen indicios de que usar ropa más elegante puede elevar el nivel de confianza, afectar como las demás personas perciben al que lo viste, y en algunos casos, hasta aumentar el nivel de pensamiento abstracto.
En otro estudio, Michael W. Kraus, profesor de comportamiento organizacional en la universidad de Yale, analizó a 128 hombres de 18 a 32 años. En el estudio se hicieron actuaciones de rol en las que se negociaba la venta de una fábrica hipotética, para ver si el atuendo tenía un efecto en el resultado.
El ‘comprador’ en cada caso tenía sudadera, sandalias plásticas y camisetas blancas, otro estaba en atuendo de negocios con zapatos de vestir, y otro grupo tenía el mismo atuendo con el que llegó.
Al final, los trajes resultaron mucho menos dispuestos a ceder terreno durante las negociaciones. Se movieron solo más o menos $ 830.000 dólares fuera de su oferta inicial en comparación a $ 2.81 millones de dólares lo que estaban en sudaderas y $ 1.58 millones los neutrales.
El poder del atuendo
Si una persona no tiene soluciones creativas, puede ser que sea hora de pensar en vestirse formalmente. Las personas que se visten de forma formal se sienten más poderosas, lo cual hace que no se tengan que enfocar en los detalles.
Esto es lo que dice Michael L. Slepian, profesor adjunto de la Escuela de Negocios de Columbia University.