El Departamento de Justicia de los Estados Unidos amenazó a las autoridades de la FIFA con colocar a la máxima entidad del fútbol mundial en las listas de crimen organizado, algo que hubiera llevado a congelar sus bienes y perder todos sus patrocinadores.
La FIFA se vio obligada a adoptar reformas radicales ante la posibilidad de ser etiquetada como organización mafiosa por los Estados Unidos, después de la investigación del FBI que ha confirmado el escándalo de fraude y lavado de dinero en sus filas.
La información se dio a conocer después de que la FIFA acordara los cambios en su congreso del viernes pasado con la elección de Gianni Infantino como sucesor de Sepp Blatter en la presidencia.
Aunque no son las modificaciones profundas que la FIFA podría haber sufrido en caso de aceptarse la petición popular de cotizar en bolsa como empresa pública, las reformas tienen que ver con el periodo máximo para una autoridad, la publicación de los pagos a los ejecutivos y mayores responsabilidades para el secretario general.
Gianni Infantino tendrá un salario sustancialmente más bajo que el de Blatter (estimado en unos 8 millones de euros) y no obtendrá bonos especiales.
Cómo la FIFA evitó la etiqueta criminal
Ante la amenaza de la justicia estadounidense, la FIFA contrató a la firma legal Quinn Emanuel para negociar todas las reformas y colaborar en las investigaciones, con el objetivo de no entrar en territorio de “organización mafiosa” y que se viera más bien como víctima.
Hasta ahora, 40 individuos han recibido cargos criminales y 27 de ellos se relacionan con corrupción y sobornos dentro de la FIFA.